Dibujando moda

            Dibujar ropa es una de mis aficiones. La ilustración de moda es una forma de expresión artística en la cadena de producción de una prenda y puede ser esencial en su promoción. A mí me atrajo desde muy joven y pasaba horas dibujando sin haber recibido formación específica, aunque sí, al menos, las clases de plástica y dibujo en secundaria.

           Entonces, comencé a ojear revistas de moda. Me encontraba de vez en cuando con dibujos, aunque la fotografía había ganado mucho terreno a la ilustración. Me gustaban mucho los bocetos y dibujos de Valentino. Aquí muestro algunos dibujos realizados en aquella época. Solía imaginar de qué tipo de tela estarían hechos mis diseños y hacía anotaciones sobre sus características.

            Pasaron años, una vez acabados mis estudios de bellas artes, cuando comencé a investigar por mi cuenta en la biblioteca del Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana, el IMPIVA. Entre mis ilustradores favoritos se encuentran Isao Yajima y Jay Hyde Crowford.

 

Las caras

Caras de los figurines
Caras de los figurines

          Dibujar las caras de las modelos pasó a ser fundamental antes de imaginar su vestimenta. Así realicé muchos bocetos con trazos sencillos pero enérgicos. Unos eran más esquemáticos que otros. Me gustaba darles vida, expresión, y dejaba que el trazo fluyera. 

          Quien practica el dibujo del rostro humano, recuerda las facciones básicas y desde ahí puede simplificar y crear rostros más adaptados al dibujo de figurines. El dibujo de la figura humana, conocer su anatomía, es muy importante como base en nuestra formación. Luego, al dibujar una prenda, podemos presentarla de formas diversas,  procurando guardar proporciones. Claro que aquí también cabe la libertad del artista.

Técnicas

            Para los dibujos del natural, elegir el material con el que trabajamos también es importante. Con un lápiz será más fácil, quizás, crear luces y sombras que con un bolígrafo o rotulador. Sin embargo, ambos métodos nos plantean problemas que hacen interesante el ejercicio. Si esto lo trasladáramos al terreno de la ilustración de moda, sería la base sobre la que comenzar a crear dibujos en los que se viera que existe un cuerpo bajo la prenda, que verdaderamente la prenda viste al modelo y vestirá a quien la lleve.

           Yo solía dibujar con lápiz, aunque también fui experimentando con otras técnicas, pues necesitaba plasmar con rapidez y de distintas maneras mis ideas. Y en un momento cobraba personalidad la figura, la mujer que representaba. Por supuesto que, si los vestidos fueran a hacerse realidad, aún necesitarían todo un proceso de diseño; proyectar su forma en tres dimensiones, concretar la hechura y dibujar patrones, pensar en cómo abrochar, elegir las telas, etc. Por esto, el dibujo del figurín puede ser tan importante al principio de una creación como en su proceso, e incluso después de haberlo realizado.

           Lógicamente, una representación técnica sería necesaria, a nivel de patronaje, para lo cual las nociones de dibujo técnico que podamos tener nos ayudarán a distinguir planos y unir rectas con curvas. Sobre todo, nos servirá la visión espacial que hayamos desarrollado en mayor o menor medida. Porque no hay que olvidar que lo que representamos no es bidimensional. Tendremos que pensar en intersecciones de figuras poliédricas, que suena complicado pero que se da continuamente en la realidad que nos rodea.  No obstante, no hay que subestimar los bocetos rápidos que nos nace dibujar. Aquí muestro varios realizados hace muchos años de modo intuitivo, por lo que son solo ideas plasmadas rápidamente en el papel.

 

          Después de ir probando con varias técnicas diría que la acuarela y el lápiz acuarelable son de las más agradecidas. Con ellas podemos acercarnos a la candidez de las telas, su brillo y su movimiento. Si buscamos detallar su textura, el estampado, el detalle, utilizar rotuladores o técnicas mixtas puede ser necesario.

          El resultado también depende de si nuestro dibujo es un boceto o si pretende ser una ilustración acabada. Por ejemplo, en la acuarela de la mujer de pelo rojo destaqué más la silueta y las formas de la prenda. Además, traté de expresar la fuerza de la modelo y el movimiento. Esto es relativamente sencillo teniendo en cuenta que la acuarela es un medio fluido, en el que los pigmentos se mezclan con agua.

          En definitiva, es conveniente elegir la técnica adecuada a nuestro objetivo. Si queremos representar cuero, plástico, tull o seda buscaremos la que más nos ayude a imitar la sensación visual al observar los distintos materiales.

           En otros dibujos he utilizado rotuladores y lápices, incluso he añadido una capa ligera de acuarela para trabajar los fondos, como en el dibujo de la mujer con gafas.

 

Presentación y estilo

           Otro aspecto interesante, para mí, dentro de la ilustración de moda es que nos permite reflejar tanto la generalidad de las prendas, con pocas líneas, como el detalle en dibujos más elaborados. A los diseñadores les puede interesar presentar su obra de un modo concreto, para promocionarla, y el ilustrador tendría que adaptarse a su idea. Ahora bien, si el que diseña también dibuja, él o ella tomarán sus decisiones y elegirán el material y la técnica adecuada para dar a conocer sus diseños de un modo atractivo.

           En la presentación de una colección, el dibujo de complementos puede ser un motivo para concretar estilos y desarrollar la representación figurativa, más concreta porque describimos un objeto. Pero también podemos fantasear con la imagen y crear realidades imposibles que parezcan ciertas.

Inspiración y práctica

Investigando
Investigando

          Respecto a cómo puede nutrirse quien dibuja moda, algo que creo necesario es estudiar distintas posibilidades de estampados y telas. Por ejemplo, ir a un museo y observar los ropajes en las pinturas antiguas es una buena fuente. O tomar bocetos de los libros de pintores renacentistas en su biblioteca. O asistir a una obra de teatro, o danza y tomar apuntes de las vestimentas. Todas estas prácticas han sido importantes para mí. Creo que no hay que buscar solo la perfección. Ni hay que frustrarse. En el error o la torpeza de algunos momentos también está el aprendizaje.

           En cuanto a tener ideas para estampados y modelos pienso que es necesario recurrir no sólo a las telas que se diseñan cerca de nosotros. Buscando inspiración conocí las telas típicas de Okinawa en Japón. Con la técnica de estampado "bingata" realizan preciosos diseños. Elegí uno de ellos para la chaqueta de la mujer en mi pintura "Recuerdo de Mabuni", que se puede ver al inicio de esta web.

         

Figura danzando
Figura danzando

           Para practicar el dibujo de ropa y figura humana asistí a varias actuaciones de danza o a festivales públicos para ver representaciones en directo. Las fotos de arriba son de unos apuntes que tomé en una actuación de danza tradicional de Okinawa. Me fascinaban las formas de la ropa que llevaban los actores. Tan solo la puesta en escena ya era inspiradora para mí.

           El boceto es de una bailarina de danza okinawense. Al lado de la figura se ve un ave iniciando su vuelo. Seguramente pasaba cerca de la bailarina. Los movimientos de su danza eran un tanto lentos y pude captar este momento en el que levanta su pierna izquierda, al mismo tiempo que su brazo derecho. Las manos, con el puño cerrado, son muy importantes en la representación del equilibrio. Traté de representar la posición perfecta que buscaba la bailarina y los volúmenes del cuerpo bajo el traje. Creo que pudo ayudarme que yo misma practicara este tipo de danza en la universidad, además de mis visitas al teatro y la asistencia a los festivales públicos en las calles.

           En la siguiente serie de apuntes realicé el mismo ejercicio. Tenía que dibujar muy rápido. En aquel tiempo estudiaba japonés a diario por lo que utilicé un cuadernillo que tenía a mano con prácticas de escritura, y la calidad del papel no era la mejor. A pesar de ello ahora lo veo como una buena práctica.

Modelo con abrigo, 1991.
Modelo con abrigo, 1991.

           La representación de figuras en movimiento es una bonita experiencia que cada uno puede desarrollar según sus posibilidades. Y estos ejercicios pueden ser de gran ayuda si luego tenemos que dibujar una colección, en vivo, en la pasarela. Pero también es necesario el apunte, boceto o dibujo, más o menos detallado de las figuras vestidas.

           Cuando ya se ha practicado el dibujo de varias partes del cuerpo y los desnudos en distintas posturas, el siguiente paso sería dibujarlos con ropa. Es una idea muy simple y útil pensar en la anatomía bajo las telas, pero no tan sencillo de abordar en nuestro papel. De ahí la importancia de la formación en la representación de la figura humana.

           El dibujo de la joven con coleta lo hice en una sesión cuando estudiaba en Middlesex University. La modelo nos sorprendió una mañana con un largo abrigo oscuro que le cubría hasta los pies. No era de extrañar dadas las bajas temperaturas londinenses, pero en realidad se trataba de una práctica en la que teníamos que dibujarla con ropa. Lo difícil era captar el volumen del cuerpo bajo el abrigo.

Teresa con tijeras, 1983-1984.
Teresa con tijeras, 1983-1984.

           Realmente, si no disponemos de modelos profesionales, que es lo común, en nuestro entorno podemos encontrar muchos temas interesantes que nos motiven a seguir practicando y aprendiendo. La línea y el punto, elementos básicos, los podemos relacionar a través de grafismos y de este modo crear volúmenes casi sin difuminar buscando una simplificación del volumen. Depende de si trabajamos con tinta o con grafito, pero la luz y la sombra siempre estarán presentes.

           El apunte de la mujer sentada es uno de mis dibujos más tempranos. Ni siquiera había comenzado mis estudios de bachiller. Me encantaba dibujar y tomaba como modelo cualquier persona que estuviera cerca. La cotidianidad era mi escenario favorito. Así dibujé a esta mujer que lleva unas tijeras en la mano. Estaba cortando algo, unos papeles o una tela y, sujetando las tijeras de una manera peculiar, se detuvo para ver el trozo que había cortado. Me gusta mirar las líneas imperfectas, pero a la vez concretas, que representan a la mujer con la típica bata y alpargatas de verano.

Modelo con mallas, 1991.
Modelo con mallas, 1991.

           Otra forma de mejorar es observar e intentar copiar el trabajo de los antiguos maestros. En el mismo Museo del Prado hay cuadros maravillosos con transparencias y volúmenes conseguidos de modo muy sutil y natural. Por poner un ejemplo, porque la lista sería larguísima con cuadros de Murillo, Velázquez, Caravaggio, Tintoretto... me fijo en "La Virgen y el Niño" de Luis de Morales, cuadro pintado en alguna fecha entre 1520 y 1586, podemos ver una preciosa representación de los ropajes de la Virgen, por influencia flamenca dentro del manierismo europeo. Su captación de la realidad era meticulosa; algo para lo que actualmente no hay tiempo. A los artistas casi se nos obliga a crear con rapidez y lo efímero cobra más sentido. Sin embargo, se necesita tranquilidad para dibujar, para observar el modelo y poder plasmar su postura. Esta disciplina es una base imprescindible para desarrollar la libertad en la ilustración de moda.

 

           En mi opinión, la ilustración de moda no tiene por qué estar ceñida a un estilo demasiado fiel a la realidad. Pequeñas incursiones de quien ilustra, en estilos y técnicas distintos a los habituales, pueden generar nuevas ideas. Y esto sí es fundamental. Además, es interesante crear un escenario para los distintos modelos. Algo así como lo que hace un fotógrafo, pero con mayor libertad plástica.

            Contínuo aprendizaje

           Siempre hay nuevas oportunidades para aprender de otros ilustradores y artistas. Para mi fue muy gratificante  el curso online del ilustrador Scott W Mason. Resumo en los dos vídeos siguientes la línea de trabajo.